El aislamiento térmico es una herramienta para obtener beneficios económicos y confort térmico. Los beneficios económicos se demuestran al tener un edificio que consume menos energía, y el confort térmico se denota en un ambiente laboral más agradable y productivo.
En una nave industrial, el aislamiento actúa como barrera para disminuir la entrada de aire caliente en verano o la salida del mismo en invierno, permitiendo que el consumo de energía sea más eficiente y aumente el confort de los empleados que trabajan dentro del edificio.
¡Todo se reduce al costo de operar un edificio! El retorno a la inversión inicial del aislamiento, se recupera a través de la reducción en las cuentas de electricidad o gas y en el aumento del desempeño de los trabajadores.